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¿Tengo futuro?

  • Foto del escritor: SAM
    SAM
  • 28 oct 2024
  • 2 Min. de lectura

El post empieza fuerte...


Menuda preguntita.


¿Tengo futuro?


Pues claro, claro que tienes futuro.


Todos tenemos futuro y presente.


Tenemos un presente prometedor y un futuro por descubrir, solo que no nos atrevemos a soñar con él.


Y ¿por qué?


Te cuento...


Cuando yo era un niño, me encantaba soñar.


Todo el día me lo pasaba soñando.


Soñaba que tenia super poderes...

Soñaba que era especial...

Soñaba que era único...

Soñaba que ayudaba a la gente...


Soñaba que salvar vidas como un Super Héroe.


Lo imaginaba todos los días, yo y mis super poderes.


Super fuerza...

Super velocidad...

Super, super, super....

Super todo...


Seguía creciendo y seguía soñando, disfrutaba salvando vidas con mis super poderes.


Era feliz y tenía un propósito.


Pero un buen día sentí que tener sueños ya no era bueno.


Los super poderes ya no me hacia grande y fuerte, al revés, me hacia pequeño y débil.


Cuando hablaba de mis super poderes con los adultos, se reían de mi. Me decían que ya no tenía edad para jugar a super héroes a super poderes, que eso era cosa de niños chicos.


Se burlaban de mis sueños.


Rápidamente aprendí que mis superpoderes tenían que ser solo míos, mi secreto.


Nadie tenía que saberlo.


Así que a partir de ahora sería Super Man y mi kryptonita serían los adultos.


No estaba en mis planes darles la razón y olvidarme de una parte de mi vida que me hacía tan feliz.


El mundo nunca sabría mi identidad, pero podría ayudarles cuando me necesiten.


Soy como Super Man y tengo super poderes!!!


(...)


Bien, si sigues leyendo y no te has ido a llamar al psiquiatra para que me encierren en un manicomio, perfecto.


Te lo agradezco.


Eres de las mías, a ti también te gusta soñar o por lo menos me entiendes.


¿Sabes lo que pasa cuando dejamos de ser niños?


Que dejamos de soñar.


Algo externo nos impide soñar.


Nos da vergüenza soñar porque en el mundo de los adultos está prohibido soñar.


No está permitido que un adulto sueñe, que fantasee.


Ya somos adultos y los adultos no sueñas.


Eres hombre y los hombres no lloran.

Eres mujer y las mujeres cuidan.


Ya, claro, lo que tú quieras.


Etiquetas, etiquetas y prohibiciones.


Muchas prohibiciones, demasiadas.


Cuando eres niño sueñas, cuando eres adulto te etiquetan y te prohíben.


Lo peor, que se lo compramos.


Pues no, vamos a cambiar eso.


Soñar, visualizar, visualizar y soñar.


Presente, futuro.

Donde estas, donde quieres llegar.


En la carta-café de esta semana aprenderás a visualizar objetivos, soñar, marcarte un rumbo, el que tú decidas.


Quédate con esto....


Soñar, no es cosa de niños.



SAM


¡Construir la vida que deseas está en tus manos!









 
 

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