Sintaxis y otras historias....
- SAM
- 25 nov 2024
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 26 nov 2024
Te diré algo.
Si escuchas con atención se aprende un montón.
De eso no hay duda.
Pero hay que hacerlo con atención, con interés.
Escuchar, aprender, sentir, vivir.
Hay historias que te abren los ojos.
Otras cambian el mundo.
Otras dan miedo.
Otras risa.
Otras asco.
Las hay de todo tipo.
Pero todas merecen la pena ser escuchadas.
Millones de historias, millones de aprendizajes.
(...)
En la historia que te traigo hoy hay un poco de todo.... amistad, diversión, miraditas, flechazos, sorpresas, reencuentros y hasta un desaparecido en combate.
Sin duda una historia dura al escuchar la sintaxis.
Una historia que bien merecía Oscar.
Te cuento....
Era sábado, un sábado prometedor.
Cenita más copitas por el centro.
Todo pintaba bien.
Salimos del restaurante a gusto ya con un puntito y caminamos por las calles hasta los bares de copas.
Gente, mucha gente.
Chicas, muchas chicas.
La noche promete y encima mi colega lleva el coche.
Perfecto.
Entramos en el primer local y bingo.
Ahí estaba ella.
Despampanante, sonriente, elegante.
No nos saludamos, pero nos miramos.
La conocía pero no sabía de qué.
Se lo dije a mí amigo Oscar.
-La conozco, no sé de qué, pero la conozco.
(...)
Me olvidé y la noche continuó.
Baile, copa, baile, charla, baile, charla, baile, copa.
Creo que fueron más copas que bailes, pero bueno, es igual.
Te haces una idea.
5:00 am.
Música fuera, luces encendidas y cada uno por donde ha venido.
Bufff.
No me quería liar tanto. [Pensé]
(...)
Salí del local y empecé a caminar hacia la parada de taxis.
Iba solo.
¿Y Oscar?
Eso mismo me pregunté yo.
¿Dónde coño se ha metido?
Desaparecido en combate.
Que le den!!!
Doblé la esquina, levanté la cabeza y me la encontré de frente.
Ahí estaba ella, la chica despampanante, sonriente y elegante.
Estaba sola, bajo la farola.
La miré, me miró....
Se agachó y vomitó.
Joder...
Que ascazo!!!
Terminó de hacer lo suyo y me miró otra vez.
Que nivel, Maribel.
Se acercó, se metió un chicle en la boca y me habló.
Me habló tanto que ya no cayó.
-¿Te acuerdas de mí? [me preguntó]
No.
-Soy (nombre) del barrio, éramos unos críos. ¿Te acuerdas?
-Ah, sí, sí, claro. Ahora sí que me acuerdo.
(Era ella, la tía buena, la princesa del barrio. Me sacaba unos años, yo era un crio y ella, ella era preciosa).
Guapa no, guapísima.
Sí, sí, era muy guapa.
Era.
Era, he dicho, era.
A primera hora, con las luces, la distancia y la emoción, me dejé llevar por la imaginación.
Bajo la farola era otra cosa.
Siempre he pensado que es mejor fantasear que ver de cerca la realidad.
Mientras yo pensaba todo esto, ella hablaba y hablaba....
Hablaba, no callaba y masticaba.
Masticaba el chicle con la boca abierta como lo hacen los niños con sus meriendas.
(...)
No se como, fuimos juntos a la parada de taxis.
Andando, poco a poco.
Tipi, tapa, tipi, tapa, no callaba.
Bla, bla, bla, bla.
No callaba y masticaba.
Llegamos a la parada y fue peor.
Estaba llena de gente.
Sintaxis.
Noooo, por favor.
(...)
Resumiendo...
Jodido sintaxis me tocaba esperar, con la choni masticando el chicle sin dejar de hablar.
Noche para olvidar.
Pd: Todos podemos cambiar.
Pd2: La que no quiere no cambia.
Pd3: Por fuera, sí, el tiempo es así.
Pd4: Puto Oscar.
SAM
¡Construir la vida que deseas
está en tus manos!