Las rabietas de mi hijo (1°parte)
- SAM
- 26 ago 2024
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 27 ago 2024
Comenzaré este post con una pequeña historia....
Había una vez, hace mucho, mucho tiempo una criatura preciosa de cinco añitos que nunca se enfadaba, nunca lloraba, nunca imponía sus deseos, se llamaba Sinsal.
Sinsal ponte el pijama!!!
Sinsal lávate los dientes!!!
Sinsal vete a la cama!!!
Y Sinsal lo hacia todo a la primera, como un monito de feria, obedecía sin rechistar.
Sus padres vivían felices y contentos, despreocupados en un mundo de fantasía.
Sin conocer ni una sola rabieta de la criatura paso la infancia, pero cuando Sinsal se hizo mayor todo cambió.
Continuará....
(...)
Bueno después de esta pequeña fábula te diré que mi hijo no es Sinsal el mío es Consal con mucha sal, pero salado-salado.
Es tan salado que estoy esperando que tenga caspa para vender "Sal de mesa yodada del Himalaya".
No te digo más.
Bien, ahora en serio.
Al lío...
Conozco padres que no aguantan ni una sola rabieta de sus hijos y eso me parece un error.
Las rabietas son buenas, son positivas, son parte de la vida, muestran personalidad y carácter.
Pero claro, hay que sufrirlas!!!
Muchos por no aguantar la rabieta del niño le dan todo lo que piden o no le ponen limites en su conducta, a ver si se va a romper o traumatizar la criatura.
Mejor que vivan la vida loca!!!
Sin límites!!!
Hasta el infinito y más allá!!!
Pues NO.
En mi casa NO.
Aquí NO funciona así chavalito.
Lo siento, caíste en la familia equivocada!!!
Jo, jo, jo.
(...)
Creo sinceramente que aprender a jestionar las rabietas les ayuda en su desarrollo para convertirse en personas autónomas.
Por eso me trago, una, dos o tres rabietas como las de hoy mismo.
¿Y?
Y me caguen el niño de los huevos, me tiene hasta las pelotas con sus rabietas!!!
Bufff, ya, ya lo he soltado....
Volvamos al post.
He dicho que me las trago, no que sea fácil.
Porque de fácil nada, no es fácil no.
Pero bueno.
Le pongo límites y ése es mí trabajo como padre, como educador.
¿El de él?
El de él enrabietarse y así estamos en paz.
Yo le pongo límites y él se enrabieta.
Lo diré de otra forma:
Yo le hago la vida más difícil y él me la hace a mí.
Estamos en paz!!!
Pero no nos desviemos de lo importante.
Plantar hoy para recoger mañana!!!
Para cuando vuele el pajarito en libertad no sea un tirano, que sepa que hay límites, que respete y se haga respetar por partes iguales.
Que la vida va de eso, de superar frustraciones, grandes y pequeñas, no lo olvidemos.
Por eso hoy como padres nos toca aguantar las rabietas de los más pequeños.
Contaré hasta 10, contaré hasta 100, contaré hasta 1000 si hace falta, pero aguantaré y le pondré límites....
Todo por su bien!!!
Nada más.
Sólo quería desahogarme y compartirlo contigo.
Gracias por escuchar.
SAM
¡Construir la vida que deseas está en tus manos!