Las historias no influyen ¿Seguro?
- SAM
- 29 nov 2024
- 4 Min. de lectura
El poder de las historias....
Hoy te traigo una historia de miedo.
Una historia que si eres sensible no te gustará leer.
Avisada quedas.
Continúo para valientes.....
Esta historia se divide en tres partes.
Tres momentos claves que irán subiendo en intensidad, emoción, repulsa, miedo, incluso asco.
Y ¿por qué te cuento esto?
Porque quiero que seas consciente del poder que tienen las historias.
¿Sabes que mientras escuchas una historia te la estás imaginando?
No se puede evitar.
Tu cerebro empieza a reproducirla en imágenes para entender la información y tu cuerpo de repente empieza a sentir cosas.
Como si la historia que te cuentan la vivieras en primera persona.
Puede cambiar tu estado emocional, tu estado de ánimo.
Con el tiempo las historias amplían tu mapa mental y no es magia, no.
Es el poder de las historias.
Lo puedes comprobar hoy mismo si quieres.
Fíjate, estas a kilómetros de distancia y cuando leas esta historia sentirás lo mismo que sentí yo.
¿No es increíble?
(...)
Empezanos.....
Ayer pensé que me moría.
Tal cual.
Las sensaciones tan intensas que viví en apenas unos segundos no se pueden describir.
Noté como el corazón se me disparaba al verla frente a mí.
Era un día normal, nos levantamos como siempre.
Preparé el desayuno, las ropas, las mochilas y listos para salir por la puerta.
Cogí la cazadora de la habitación, me la puse y agarré al niño de la mano, ahí lo sentí por primera vez.
Algo se deslizaba por mi manga.
Nunca me lo hubiera imaginado.
Sentía que algo se movía, solté la mano del niño rápidamente, me miré la manga, pero no vi nada.
Serán cosas mías, pensé.
Le agarré de nuevo y noté la misma sensación, algo había.
La intuición me decía que aquello no iba bien, algo se desplazaba por mi brazo, no sé que era, no lo veía, pero se movía.
Empecé a sacudir y a sacudir el brazo.
No salía nada, se movía, pero no salía.
Sacudí el brazo cada vez con más fuerza, más nervioso, más preocupado, más asustado, notaba que algo se movía, algo había ahí, lo sentía joder, algo había.
Los niños me miraban también asustados.
Se apartaron de mi lado.
Yo movía y movía el brazo pero no salía.
Me quité la cazadora rápidamente con un movimiento bruscos y la tiré al suelo.
-Joder, algo grande había ahí dentro, grité.
Los pelos de punta, la piel de gallina, no sé qué coño era pero era grande.
Nos quedamos mirando la cazadora unos segundos a ver si salía algo.
No salió nada, no se veía nada, aparentemente todo era normal.
Me acerqué a coger la cazadora con cuidado, estiré el brazo y escuché gritar al niño.
-En el cuello, en el cuello!!!
-La tienes en el cuello!!!
Joder, joder, joder.
Empece a patalear dándome manotazos contra el cullo, no sabía que era, no sabía que había, no sabía que pasaba pero algo sentía que recorría mi cuello.
Gritaba y gritaba mientras me movía sin control golpeandome el cuello desesperado.
Que miedo da el no saber.
Derrepemte algo cayó al suelo, fue la primera vez que la vi.
Su puta madre!!!
La había sentido recorrer mi cuerpo, pero no sabía que coño era, que aspecto tenía.
(Recuerdo que mientras me golpeaba el cullo solo pensaba en que no fuese lo que más asco le tengo en esta vida y no, no me equivoqué)
Era una puta araña enorme!!!
Una araña gigante!!!
Su puta madre!!!
Que asco!!!
Era la araña más grande, más gorda y más negra que había visto en mi puta vida!!!
La más asquerosa!!!
Joder que asco!!!!
Se me ponen los pelos de punta solo recordarlo.
Que miedo me dan las putad arañas, no las soporto, las odio, me dan repelús, me dan muchísimo asco.
Y esta era la reina de las arañas.
La top ten.
La madre de todas.
Y estaba aquí en mi casa, recorriendo mi cuerpo.
En mi manga, en mi cuello, danzando por donde le salía de los huevos.
La pisé.
Se escapaba corriendo y la pisé.
Me costó, me costó mucho, muchísimo, pero lo hice.
La pisé, la aplasté.
No porque me diese pena, porque me daba miedo.
Me dio mucho asco, era muy grande, demasiado para un pie tan pequeño como el mio, pero la pisé.
No la podía dejas escapar, sería una locura.
No volvería a entrar en esa casa.
Era ella o yo.
Era grande como un dragón, negra como un escorpión y rápida como el demonio.
Asquerosa como ella sola.
La pisé y la maté.
Que le den.
Fin.
(...)
Voy a hacer una cosa que nunca antes he hecho.
Compartiré la foto de la araña con quien quiera verla.
La imagen es dura, ya te lo adelanto.
Una araña grande, negra, pisada, golpeada, amputada.
No es agradable de ver, pero es lo que hay, la realidad es así.
La pisé.
No la veas si eres sensible a estas cosas.
Yo no la vería.
La foto es esta https://www.uncafeconsam.com/coming-soon-01
La contraseña esta 1234
Así, no abrirás el enlace por casualidad.
Si la ves es porque tú lo has decidido hacer.
Pd: Piénsatelo dos veces antes de abrirlo.
Pd2: Yo no lo haría.
SAM
¡Construir la vida que deseas
está en tus manos!