Buscando respuestas ¿Qué hago?
- SAM
- 16 mar
- 2 Min. de lectura
Ayer recibí una carta café de C.U. una mujer empoderada aunque ella todavía no lo sabe.
Te lo resumiré mucho, mucho, pero la historia seguro que te puede ayuda en algo.
Te cuento....
Tiene una vida ordenada, activa, llena de pequeños objetivos.
A la mañana va al gimnasio, el día que no hace yoga hace core o pilates para luego tomar el café con las amigas un rato.
No va todos los días y es perfecto, porque descansa cuando le da la gana.
Hoy no voy que me apetece quedarme en la cama tirada, descansando sin hacer nada.
Cuando sale del gimnasio o decide que ya a descansado lo suficiente, hace las cosas de la casa y se va al mercado.
Luego toca la comida.
Come bien, sano, elaborado.
Es la hora de ir al trabajo, que las facturas (de momento) no se pagan solas.
Sale del trabajo agotada y se va a casa a terminar el día con alguna serie o un libro que motive.
Eso de lunes a viernes porque el fin de semana no pisa el gimnasio y si puede come fuera o cena con amigas o con el chico que un día se cruzó en su camino.
Es sin duda una buena vida, estructurada, ordenada, actualizada.
Pero ella no lo ve así.
Tiene su propia juez que la castiga por no cumplir sus expectativas.
No me siento bien cuando no voy al gimnasio o me quedo descansando, vagueando.
No me gusta dejar solas a mis amigas en el café de después, me considero mala amiga.
El día que no recojo la casa me agobia ver todo tirado, sucio, abandonado.
La fruta está cara y el pescado a precio de oro.
El trabajo me gusta, pero llevo años y necesito buscar alternativas que, por cierto, nunca encuentro.
Mi novio me gusta, pero sueño con otro que podría estar mejor entre sus brazos.
La verdad...
El jardín del de al lado siempre es más verde, más alto, más hermoso.
¿Qué hago?
Nada.
No hagas nada.
Lo tienes todo.
¿Disfrutarlo?
SAM
¡Construir la vida que deseas
está en tus manos!